viernes, 30 de diciembre de 2016

Niñ@s y tecnología.



Los padres de todo el mundo saben que prohibir la tecnología a los niños no es algo realista. Cada día los pequeños de la casa tienen más facilidades para experimentarla. Los científicos son conscientes de la situación, por eso recomiendan que se limite su acceso. ¿Cuál es la razón de peso en su advertencia? No tener límites frente a la tecnología puede afectar la salud.



No prohibir la tecnología a los niños, limitarla

Tanto los niños como sus padres suelen encontrar en los gadgets tecnológicos una forma rápida y efectiva de entretenerse. Esto no tiene nada de malo en sí mismo, pero la facilidad de acceso a estos dispositivos podría tener consecuencias en el desarrollo del niño y tener consecuencias como: inadaptación, bajo rendimiento académico, bajo autoncontrol, episodios de agresividad, explosiones de ira e irritabilidad, trastornos del sueño, cambios de humor y otros que pueden afectar al niño en sus relaciones familiares y sociales. Incluso, puede que en casos más graves, se presenten distorsiones de la realidad.
Hay signos de alarma antes de que estas consecuencias aparezcan, reportan los expertos. Algunos de ellos son la disminución en la socialización con la familia y amigos; la irritabilidad o ansiedad cuando se le priva del acceso a las tecnologías; el abandono o descuido  de aspectos vitales como la higiene. También pueden presentar alteraciones en la alimentación y patrones de sueño y apatía ante actividades lúdicas que no incluyen tecnología. 




Los pequeños pueden terminar desarrollando síntomas de adicción como tener pensamientos frecuentes sobre sus gadgets cuando no los están usando. O pueden desarrollar una adicción, igual como sucede con las drogas. Si esto ocurre lo mejor es acudir donde un psicólogo, pues tanto el menor como sus padres necesitarán de apoyo externo para lograr cambiar aquella conducta en el menor. Los padres preocupados, no deben prohibir tecnología a niños, sino ir disminuyendo la exposición del pequeño a los dispositivos electrónicos de manera gradual. 

 

¿Cómo limitas el acceso a nuevas tecnologías?


Los psicólogos recomiendan que los padres con hijos menores de dos años no usen dispositivos electrónicos porque aquí es cuando los niños están desarrollando su área motora. El uso de aplicaciones móviles podría disminuir o anular sus motivaciones para investigar su entorno. Hasta los 5 años los niños que usen tecnologías deben estar siendo supervisados por adultos. Entre los 6 y 12 años el uso de celulares, computadoras y tabletas no deben interferir con las rutinas diarias de los niños como hacer deberes, almuerzos, actividades extracurriculares entre otras. Ya en la adolescencia (desde los 13 años) pueden dejar que sus hijos sean más libres con sus gadgets, pero seguir limitando el tiempo e igual vigilando y no permitir que los tengan en los dormitorios.Siendo muy importante que los padres supervisen qué tipo de actividades realizan los niños con sus aparatos tecnológicos.


Consejos para no tener que prohibir la tecnología a los niños

  • Vigilar el número de horas que los niños usan los dispositivos electrónicos.
  • Planificar otras actividades que el niño pueda hacer para alternar su uso de tecnología como salir a hacer deporte, tener un paseo en familia o clases particulares de algo que le interese.
  • Poner un horario para el uso de los dispositivos donde se explique cuánto tiempo se puede hacer uso del mismo.
  • Poner la computadora, tablets, celulares y demás en lugares visibles y no dejar que el niño se los lleve a su habitación.
  • La instalación de filtros en la búsqueda en los computadores que eviten el acceso a páginas peligrosas y permitan saber qué hace el niño en línea.

Los padres deben recordar que tienen que poner el ejemplo y limitar su propio uso de las tecnologías.


Fuente: Aquí y aquí.



¿Por qué los niños están estresados?

Cómo identificar el estrés en niños



El estrés infantil es similar al que afecta a los adultos.


Síntomas

·                      Irritabilidad.
·                      Nerviosismo.
·                      Dolores de cabeza frecuentes.
·                      Dolores de barriga sin causa aparente o “somáticos”.
·                      Trastornos del sueño.
·                      La aparición de tics nerviosos.
·                      Ataques de pánico, de asma o vómitos.
·                      Algunos niños pueden manifestar una actitud desinteresada en la realización de las actividades diarias.


En la actualidad, se pueden encontrar casos de estrés en niños desde edades cada vez más 
tempranas. Diferentes estudios, realizados en los últimos años, han alertado de este 
incremento. Los factores que disparan el estrés en los más pequeños tienen relación con la 
escuela, con las malas relaciones con compañeros, con malentendidos con los padres, por 
“contaminación” del estrés de los adultos, etcétera. Los niños de ahora, se ven cada vez más 
envueltos en un frenesí que no se detiene y que no pueden entender, el resultado es el estrés, 
la ansiedad y el miedo.
El máster en educación y autor de Simplicity Parenting, Kim John Payne, explica en su libro 
que los niños están sometidos a un exceso de estímulos y que hay cuatro factores 
fundamentales que se obtienen en el hogar y que los predispone a desarrollar estrés desde 
temprana edad.

Factores clave del estrés en niños


·                  Tener demasiadas cosas. Sea esto ropa, juguetes o tecnología.
·                      Tener padres que den a sus hijos demasiadas libertades.
·                      Que los niños tengan demasiada información de los medios de comunicación.
·                      Que haya demasiada velocidad en sus vidas.

Según explica, los cerebros infantiles son inmaduros por lo que estos cuatro factores de 
exceso crean una saturación en los pequeños. Su propuesta para contrarrestar estos efectos 
es regresar a un estilo de vida más simple. Uno donde la habitación del niño no tenga tantos 
juguetes, televisores y consolas; que ese espacio este poco saturado de elementos. También 
cree que hay que desconectarlos de los medios de comunicación y en su lugar darles 
espacios donde se propicie la relajación y se pueda expresar la creatividad. El exceso de 
estímulos puede hacer que los niños se sientan inseguros porque “no saben quién está a 
cargo” de la información que reciben.


Payne no es el primero en denunciar que el exceso de actividades y estímulos estresan a los niños. 
En algunos países como Gran Bretaña, Estados Unidos o España se debate a menudo sobre 
la estimulación temprana pues hay quienes creen que esta podría resultar poco beneficiosa 
para los niños. El afán de los padres de que sus hijos tengan mayores facilidades en una vida 
adulta  excesivamente competitiva puede llevarlos a sobreestimular a sus pequeños sin que 
lo noten. Ya lo denunciaba Bettina Hürlimann cuando decía que “en el siglo XVIII al educador 
no le importaba que el niño viviera feliz, con tal que muriera santo; hoy podría decirse que no 
le importa que se vuelva loco, con tal que sea sabio”.

Fuente: Aquí y aquí.