Cuentan muchas leyendas sobre él.
Unas con el fin de despreciar o desestimar su admirable trabajo. Otras más increibles, transformándole en un legendario personaje que se cruzó en nuestras vidas, para acercarnos más a Mamá Natura.
Da igual lo que cuenten, el tiempo habla por sí mismo.
Porque mientras otros sigan conociendo su obra y su legado, como nosotros lo hemos hecho, será recordado como lo que fué, un amante incondicional de la Naturaleza. Y un gran maestro.
Félix nació un 14 de marzo y se fue un 14 de marzo también. Dicen que a la misma hora, en un paisaje que el mismo había dibujado de niño.
Antes de subir a la avioneta que lo llevaría al "Otro Lado", cuentan que se hizo una foto con cada miembro del equipo, algo que nunca antes había hecho.
Dijo querer reencarnarse en un gran lobo y un gran lobo apareció en el camino a su pueblo, Poza de la Sal, en Burgos, en el día de su entierro.
Sea leyenda o sea verdad, ojalá que así sea.
Larga vida, Maestro. Y gracias.
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