lunes, 3 de diciembre de 2012

El último. El Invicto.






Más allá de la noche que me cubre, negra como el abismo insondable, agradezco a los dioses si existen por mi alma invicta.
Caído en las garras de las circunstancias nadie me vio llorar ni pestañear.
Bajo los golpes del destino mi cabeza está ensangrentada, pero erguida, mas allá de este lugar de cólera y lágrimas donde yace el horror de la sombra, la amenaza de los años me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuan estrecho sea el portal, cuan cargado de castigos la sentencia,
SOY EL AMO DE MI DESTINO, SOY EL CAPITÁN DE MI ALMA.


"INVICTUS"
William Ernest Henley.

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